La Costa Rica de Rodrigo Chaves
Por: Dr. Álvaro Salas Castro
He estado analizando y leyendo al respecto varios documentos, entrevistas (como la que viene al final de esta reflexión) y sigo pensando que el cierre de CINDE es la punta del iceberg de un mensaje con texturas dirigidas a ciertos grupos de poder, “amigotes” (cronyism en inglés) como les llama el Presidente Chaves. Posiblemente, como estrategia para hacer aún más profunda la división entre los grupos empresariales y aliados (llámense cámaras, zonas francas, CINDE, etcétera) vs. el pueblo de Costa Rica.
Esto (la decisión de cerrar CINDE y “pasarlo bajo el techo” de Procomer) nos obliga a pensar con mucha pausa, dado que tiene mucha más cola que el solo cerrar una institución. Hay mucha tela que cortar. Hilar delgado es crucial y ponerse en los zapatos de lo que muchos han llamado estos días un dictador o populista de “derecha” (lo pongo entre comillas porque la derecha de liberales clásicos a la Adam Smith, con la que yo comulgo, no se comportan así). Sin embargo, sí es un comportamiento de la derecha populista que sigue el manual de Trump, la cual me parece peligrosa y opuesta a los valores y ethos del costarricense.
Siempre hay dos lados de la moneda y no tenemos toda la información. Ni cerca de entender a todos los actores y sobre todo ni cerca de entender al actor más importante; el pueblo. Que por cierto es el que más apoya a este gobierno. Se reflejó en las urnas en donde el presidente Chaves le pasó por encima a sus contrincantes y se refleja en las encuestas que apoyan esta administración, aunque existan tintes de desencanto recientes. Sin embargo, hay que partir de la premisa de la evidencia. CINDE es una institución de clase mundial y por muchos años una de las joyas de nuestro país. ¿Entonces? ¿Qué pasó? Vamos por partes…
Este gobierno ha hecho las cosas muy bien en varios ámbitos que son críticos para Costa Rica. En gestión, eficiencia, saneamiento de finanzas internacionales y manejo de riesgo país. Y otras las ha hecho muy mal, principalmente las que nos han enviado en una espiral de retroceso en temas de democracia, institucionalidad y libertad de prensa. Algunas otras banderas rojas presentes son el inicio de conversaciones de alianzas con gobiernos autoritarios y represivos de la libertad como Arabia Saudita (pero de eso me voy a referir en otro momento). Esto crea varias tensiones y preguntas tanto de la forma y el fondo a la hora de gobernar y las tensiones que existen en la administración pública.
Lo que sí tenemos claro son las señales. La democracia es una tendencia. Y en esa tendencia, la radiografía es que vamos retrocediendo.
Volviendo a mi punto de hacer el ejercicio de ponerse en los zapatos del Presidente Chaves, me atrevo a decir que él diseñó, pensó y preparó esto con mucha inteligencia. Trump es chambón. Nuestro presidente es sofisticado y ejecutivo. A puerta cerrada se dice que es eficiente y al punto. En público, que es donde todos podemos observarlo, baja unos peldaños en su estilo tanto en su forma y fondo de expresarse al parecer para mostrarse cercano. Aunado a esto, es un excelente comunicador con las masas. El uso de lo coloquial y él entender quirúrgicamente la antropología del tico, lo ha posicionado en la psique colectiva como un líder del pueblo.
¿Quién gana y quién pierde en esta novela?
El que más gana de este circo es nuestro mandatario. Esta novela solo lo hará más popular…
Él debe estar esperando el momento indicado para tomar un micrófono en sus famosas conferencias de prensa. Él quiere que escriban columnas desacreditándolo (ojalá en La Nación y en CR Hoy). Quiere especialmente que los de la oposición, principalmente los grupos empresariales y políticos que él tilda de “los mismos de siempre”, se envalentonen y defiendan a CINDE a capa y espada. Quiere que se organicen las cámaras, las firmas legales que colaboran con la institución, los que proveen servicios a CINDE y sus empresas. Quiere que le compren la bronca los académicos, los progresistas, los liberales, los conservadores, las zonas francas y los (as) diputados. El Presidente está esperando este momento. Esperando el enojo colectivo del ‘establishment’ (defino establishment como: grupo de personas que ejerce el poder en un país, en una organización o en un ámbito determinado). Pero sobre todo quiere un enojo de los socialdemócratas que han gobernado este país por 16 años. Está buscando este pleito y muchos ya se lo compraron.
Cuando esto llegue a escalar a un nivel de tensión convulso, el presidente va a tomar el micrófono, va a anunciar el cierre de CINDE y lo va a hacer de forma tajante. Probablemente, va a argumentar que Procomer tiene un presupuesto aproximadamente de 40 millones USD vs. 4 millones USD de CINDE (aprox.). Que la mitad del capital humano de CINDE lo va a absorber Procomer. Probablemente, va a recalcar en su narrativa que CINDE es un club de amigos que se benefician entre ellos. Un club de privilegio, que por años ha estado repartiéndose la riqueza creada por la Inversión Extranjera Directa. Lo puedo ver levantando su mano para hacer énfasis cuando mencione que esa repartición es entre unas cuantas firmas legales, empresas y zonas francas. Y lo puedo ver argumentado que él necesita de ese presupuesto (de CINDE) para combatir el crimen organizado, que su prioridad es cuidar a la señora de Purral y al pueblo de Costa Rica en las calles y no beneficiar a los grupos de poder. El pueblo de Costa Rica lo aplaudirá efusivamente como a un gladiador en coliseo romano.
¿Por qué hace esto?
Con esto él busca dividir al país entre el pueblo y las “élites”. Entre lo viejo y lo nuevo. Entre la “prensa canalla” y los aliados de su narrativa. El manual de Trump y los políticos de esta era que ha sido sumamente exitoso en lo electoral y detrimental para la salud de la democracia.
¿Dónde está la oposición?
La oposición real en este momento es débil. No solo en la asamblea legislativa pero también a lo interno. Desde su primer año (con la aprobación de los eurobonos) logró alcanzar buena parte del presupuesto para el resto de su gestión. Y eso le permitió tener el sartén del mango, para los próximos tres años de su administración, poder tener este tipo de enfrentamientos.
El expediente 23.036 sobre eurobonos se aprobó de manera unánime con 49 votos. Este proyecto autoriza al Gobierno a emitir títulos valores de deuda en el mercado internacional por $5.000 millones, los cuales serían adquiridos por inversionistas extranjeros (multinacionales, fondos o gobiernos). En otras palabras, tiene presupuesto y apoyo popular, por ende puede atreverse a cerrar una institución como CINDE. Podemos esperar más de esto basado en su comportamiento.
En cuanto a la oposición, a lo interno de su gabinete es casi inexistente. Su consejo de gobierno es complaciente y a todas luces temeroso de llevarle cualquier tipo de contraria. Pero también cómplice, porque ahí hay gente extremadamente capaz y honesta. Algunos de ellos(as) están viendo la misma película que usted y yo. Y el poder, sobre todo con popularidad; puede nublar el juicio de personas sabias y eclipsar la sensatez. Al final del día todos somos humanos y todos estamos a la merced del error.
¿Qué sigue?
Necesitamos hoy más que nunca formar capacidades críticas y analíticas en participación ciudadana, en los procesos de toma de decisión. En el porqué es importante informarse y estar vigilantes. En que las nuevas generaciones se interesen de estos temas. De lo contrario, estaremos entrando en una era de política de división, de odio y de ustedes vs. nosotros. Esta película ya la hemos visto y sabemos cómo termina.
¿Y los pesos y contra pesos?
Esto es un ejercicio de prueba de la institucionalidad de nuestro país y es una profunda llamada de atención a todos los grupos que han estado de una u otra forma en la “mesa” de decisión. Merodeando los cuartos o pasillos donde suceden las cosas y se esculpen las decisiones del rumbo de nuestro país.
Los tiempos han cambiado y muchos no leyeron el memorándum. Se han creado nuevas “mesas” y muchos de los miembros de esos <grupos> no se sientan en las mismas ni están invitados. Esto genera frustración, desgaste y cansancio. Pero sobre todo, el actor que más está cansado es el pueblo. La ciudadanía costarricense. Están cansados de los homicidios, del tipo de cambio, de que no les rinda el dinero a fin de mes, del desempleo, de la infraestructura, de la diferencia entre lo rural y lo urbano. De la falta de medios robustos, serios y con independencia de criterio. De lo costosa que es la educación superior. De las pensiones de lujo. De las aristocracias transmitidas por apellidos. De las élites académicas de izquierda y de derecha. De los resultados de la selección de fútbol. De usted y yo, que somos cómplices al ser indiferentes de una Costa Rica que a todas luces lleva un rumbo que pone a prueba nuestro Estado de Derecho, nuestra capacidad de conciliación y nuestro contrato social.
¡Y esto solo apenas comienza!
Entrevista de Douglas Sánchez al Presidente de la República, Rodrigo Chaves.
Las opiniones, comentarios y criterios en este artículo son exclusivos del autor de cada texto. Tales artículos no necesariamente representan la posición de DEMOLAB ni de sus miembros. Cada columnista o escritor(a) es el/la autor(a) intelectual y único(a) responsable de las opiniones, comentarios y criterios que ahí se exponen.